Si
(pensar - presente) en las diferencias entre los matrimonios de antes (los de nuestros papás) y los de ahora, seguro te
(dar - futuro) cuenta que son muchas. Hoy por hoy, las mujeres
(ser - presente) más independientes y con sólo decir acepto, no
(pretender) cambiar su mundo, a diferencia de épocas anteriores, en donde pocas mujeres
(trabajar - imperfecto) ya que se
(dedicar - imperfecto) a realizar tareas del hogar y a atender a su marido a cambio de ser mantenidas. Esta liberación femenina,
(haber - presente) costado mucho a las que
(contraer - presente) matrimonio en la actualidad; por un lado se
(querer) mantener la independencia, seguir trabajando y tener ahorros propios, pero por el otro, se
(tener - presente) el deseo de sentirse protegidas por la pareja y en muchas ocasiones, hasta ser mantenidas económicamente
(hablar - gerundio). El conflicto que se
(crear - presente) es muy grande. Los hombres ahora
(estar - presente) más abiertos a que su esposa
(trabajar - presente subjuntivo), pero no falta quienes
(pensar - presente) que por el hecho de que ella
(ganar - presente - subjuntivo) dinero,
(tener - presente) la responsabilidad de ayudar con los gastos del hogar, si no ¿para que armaron (armar - pretérito) tanto alboroto con eso de la liberación?. Es entonces cuando
(sugir - presente) la duda sobre quién tiene la razón. La respuesta es ¡ninguno!. Un matrimonio
(ser - presente) como un contrato, en el que se
(deber - presente) establecer las reglas desde un principio para evitar que las discusiones se
(dar - presente - subjuntivo) con frecuencia: por ejemplo cuando
(llegar - presente - subjuntivo) la cuenta del gas, al mandar ropa a la tintorería o ir al supermercado.